Existen algunas recomendaciones para lograr que desaparezcan los miedos de los niños por la noche y los terrores nocturnos que los provocan para devolver pronto la tranquilidad a niños y padres.
1) Se dice que organizar una rutina donde el niño pueda dormir y descansar más horas ayuda.
2) Es recomendable que el niño tome un baño antes de acostarse. Si el niño es pequeño podemos realizar un masaje después del baño para ejercitar los brazos, las piernas y la espalda.
3) Estar preparado para acompañarlo en sus crisis sin tratar de despertarlo bruscamente, sólo sentarse para abrazarlo hablarle suave y acariciarlo.
El hacer de estas actividades una rutina permite que el sistema nervioso se relaje mientras madura en la nueva situación y logra estabilizar de nuevo un sueño normal, tranquilo y reparador.
La presencia de terrores nocturnos en los niños debe ser tratada con calma por los padres para que no trasmitan más estrés a sus hijos, empeorando la situación. Sería difícil para un pequeño, si su sueño está siendo trastornado, tener que estar pendiente del estrés de sus padres.
Los miedos de los niños por la noche, sumados a la preocupación por la salud de su hijo, hacen que los padres tengan que atender las crisis de sus hijos, la cotidianidad de la vida y su propia salud emocional. Lo bueno es que esta suele ser sólo una etapa corta.
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